Algo pasa en la distancia: la fichas del juego parecen moverse solas

miércoles, 20 de enero de 2010

“Oh, y había olvidado algo, manden sus propuestas de sucesor a la computadora del señor Lahel hoy antes de las 9 p.m.- hizo una señal a las personas en las computadoras, una mujer asintió- pronto les será enviada la dirección exacta, ahora sí, a los negocios externos”
El señor Smith volvió a hacer un comentario: “Ahora que vamos a implementar el proyect ‘Eden’- el muchacho pensaba cómo era posible que no le explicaran esa parte- creo que no es conveniente utilizar nuestra foerza militar directa y abiertamente, pero si utilizarla al mismo tiempo” Todos los demás parecían escuchar atentos.
“Signore Smith, non le entiendo. Si prega di essere più esplicito”-dijo Martello en una mezcla extraña de español-italiano. Pareció que el señor Smith entendió, ya que dijo en respuesta:
“Lo quei propongo es sencillo, ahora que tenemos 2 grupos de mando, nosotros nos encargamos de América, África, Oceanía y Europa, mientras que ellos se encargan de una parte de Asia y otra de parte de Rusia y Oriente medio, ya que Mr. Lahel tiene cierta influencia en Rusia y Japón- Lahel sintió alguna especie de escalofrío- y lo que hacemos son especies de misiones de sabotaje y contraterrorismo como hemos hecho siempre, con esto, esperando debilitar a familias enemigas mientras ‘Eden’ esté en marcha y esperamos el siguiente movimiento de los Gabrielli. Estou sirve además como reagrupación de nuestra milicia”
“¿Alguien con más ideas? –preguntó André, pero muchos indicaron que no y otros guardaron silencio- Bueno, pues que así sea, cada quien tomará uno o varios sectores para cubrir todas las áreas que ha mencionado el señor Smith, esto se asignará luego, mediante el sistema de áreas registrado en los programas de Elysium. Mientras tanto, dejemos los acuerdos como están. Si no hay más, acabamos por ahora” La mayoría asintió, pero antes de que se desconectaran, Cassandra que estaba un poco nerviosa dijo: “André, ¿y a quién puedo nombrar yo?”
André rió un poco: “Ça drôle -Lahel se extrañó al oír esa frase, y Cassandra se puso un poco seria, como molesta- Ya me lo esperaba, pero pensando en ello, creo que por su edad no es necesario que nombre sucesores, podría estar en los dos grupos, algo como el señor Lahel; y yo le cubriría en Francia” La joven asintió, André preguntó a los demás si estaban de acuerdo, a lo que con agrado todos dieron un sí. Parecía que preferían que la joven tomara menos responsabilidades de las que había tenido que tomar hasta el momento. Ahora sí, todos se despidieron y cada uno fue cortando la comunicación. La última fue Cassandra, ahora aliviada; se despidió de ambos y cortó la comunicación también.
El muchacho estaba un poco sorprendido de la reacción de André, a pesar de que parecía algo sin sentido, para el joven parecía que algo de Lucio tenía, pues había pensado en algunas cosas desde el principio. El hombre se volvió hacia él, mientras la pantalla se apagaba:
“Bueno señor Lahel, muchas gracias por su tiempo, es tiempo de llevarlo a su casa, y como le dije anteriormente, la información llegará a su computadora.”
“¿Y qué es el ‘proyecto Eden’ del que hablaban tanto?”
“Eso es sencillo-respondió André- Hace años, don Lucio propuso hacer una fortaleza para la Familia, un sueño de que alguna vez pudiéramos hacer nuestra propia tierra lejos del descontrol del mundo, pero a la vez sería el lugar para proteger a la Familia en caso de que algo o alguien nos amenazara de manera tan grave que tuviéramos que salir a la luz, por el alboroto.-Lahel no entendía muy bien- El ‘Eden’ se puso en marcha parcialmente luego de que pasara la Guerra contra la familia Gabrielli, que me imagino Suzu ya le habrá comentado, hace más o menos 6 años contando este. Hay cosas que quedan por construir, pero la estructura está casi completa”
“¿y… me podrías enviar también algo de información de esto también?”-dijo un poco tímido.
“¡Claro que sí! No se preocupe, si usted va a ser un líder desde ahora, necesita toda la información que pueda, no se preocupe. Ahora vamos, se ha hecho tarde”.
Se dirigieron al elevador pequeño, mientras se despedían de las personas en los controles y la mesa de aquel kiosco se escondía de nuevo en el piso.
Luego de un rato, cuando hubieron llegado a la superficie y de allí a la parte frontal de la casa de Lucio, siendo de noche ya, se montaron en uno de los autos y André fue a dejar al joven.
Este estaba ansioso por ver la información, pues le había impactado mucho el hecho de que la Familia estuviera sufriendo tanto. El poder de Alfonso parecía ser mucho más grande que su despliegue armamentista en el incidente del año pasado.
Ya al frente de su casa, saludaron al guarda de la entrada, este le dejó entrar. Ya adentro, saludó a los miembros de su familia, que ya habían regresado. Su madre le preguntó si iba a comer, pero le dijo que ya había comido algo, y fue directamente a su cuarto, cerró la puerta y registró su armario otra vez, buscando la forma de abrir la puerta hacia la computadora.
Palpó de nuevo la pared, pues pensó que si hacía lo mismo de la vez anterior conseguiría el mismo resultado. Luego de algunos instantes, la puerta se volvió a abrir y se sentó frente a la computadora. “Tengo que preguntarle a André como es que se abre de verdad esta cosa”-pensó.
Buscó y abrió los archivos que se le había enviado, que estaban exactamente en el ‘escritorio’ de la computadora.
El primero fue el informe del incidente AF-B2.3-400, este explicaba un intricado plan para destituir tres gobiernos corruptos en la zona de África central, además de la destrucción de una base militarizada de narcotráfico en la selva tropical escondida en las cercanías del río Congo, propiedad de un grupo de familias mafiosas de diferentes nacionalidades, alidadas para controlar estos países. El plan de infiltrar agentes en cada uno de los operativos fueran de narcotráfico o de control gubernamental, estaba complementado con un golpe de estado simultaneo a dos gobiernos, mientras el más débil sería atacado al final, aprovechando las confusiones de los otros dos gobiernos. Por alguna razón, los golpes se llevaron a cabo, pero los gobiernos estaban informados, haciendo que las fuerzas golpistas de la Familia fueran eliminadas rápidamente, y llevando a la ejecución a la mayoría de los infiltrados, de cuyos sobrevivientes, al final del documento, uno firmaba: “Anne Nissen”. Algunos otros datos parecían indicar fluctuaciones de información por parte de espías, e incluso abastecimientos con tecnología de punta para los regímenes dictatoriales de esos estados, permitiéndoles tal contraataque tan eficaz y certero.
Aunque no era más que información y datos, el muchacho parecía bastante molesto con el número de bajas, pues no concebía tal masacre, luego recordó la tan famosa guerra mundial, que aún hacía eco, aunque hubiesen pasado ya tantos años desde que terminara. Esto porque parecía que esta situación, de continuar así, haría otra guerra, pero aún peor, pues sería una guerra ‘por debajo’, una que comenzaría desde adentro de gobiernos y organizaciones, como un virus del cual el cuerpo no se da cuenta hasta que le hace caer enfermo.
Mientras divagaba en lo que había leído, cerró las puertas de su armario, esperando que nadie entrara y descubriera la computadora, bajó por algo de beber a la cocina y volvió, todo esto como en estado de autismo. Volvió a cerrar la puerta y se apuró a leer el archivo sobre el ‘Proyecto Eden’. Había un índice en el documento: Planos, Objetivos, Administración, Sistemas, etc… por lo que prefirió buscar partes interesantes. Dio con una parte de ‘Logros’, en esta había varias hojas con fechas, así que se fijó en las más recientes, el mes anterior, decía: “Diciembre: Logro de un 87% de la estructura primaria de ‘Eden’. Logro de un 100% en modificaciones a ‘Elysium’. Logro en un 60% de instalación de sistemas de soporte de vida y equipo médico. Logro en 60% de instalación o almacenaje de equipo militar y de defensa.” Algunas otras cosas parecían importantes, pero las obvió, se devolvió a la parte de diagramas para darse cuenta que ‘Eden’ era una nave enorme, que parecía ser submarina, y en cierta forma parecía el emblema de la familia, con una parte faltante en el centro, que indicaba que ahí iría el ‘Elysium’. Lucio en verdad estaba loco, al menos un poco, y a la vez podría decirse que se bañaba en dinero.
Mientras miraba mejor los diagramas para ver la cantidad tan exagerada de cosas que tenía, llegó un nuevo mensaje, el software le indicaba que tenía una llamada: era André, su imagen salía con una habitación de la parte superior de la casa de Lucio, junto con la imagen del señor Montebianco en otra locación.
André fue el que comenzó la conversación: “Señor Lahel, el señor Montebianco tiene un asunto que tratar con usted y conmigo” El muchacho asintió.
“Buenas noches señor Lahel- dijo Montebianco- como usted sabe, tengo dos hijos que quisiera proponer como sucesores, pero no se ha cual de los 2 nombrar, pues son gemelos- el muchacho pensaba en quiénes serían, y luego lo recordó: Teo y Romeo, los dos le habían caído bien, ni el sabía a quién escoger- creo que usted me puede dar la respuesta”
Lahel no quería decir nada, pues a pesar de su simpatía, no sabía cuál era ‘mejor’ o ‘peor’, solo miraba la pantalla preguntándose qué haría. Volvió a ver a André con cierta ansiedad.
André pareció comprender pues sonrió y dijo:
“Si ni al señor Montebianco ni al señor Lahel les molesta, creo que ya que no tengo sucesor, los dos pueden ser sucesores”
Lahel sintió un peso enorme menos, y sin más dijo:
“¡Eso! ¿Por qué no hacemos lo que André dice?”. Su sonrisa nerviosa delataba su falta de respuestas.
Montebianco agregó “Bueno, las reglas eran sólo un sucesor, pero si ‘la mano derecha’ y el sucesor de don Lucio dicen que está bien, entonces le informaré a los dos muchachos” Parecía estar alegre por no tener que escoger entre ninguno, de cualquier forma eran sus hijos, y a ambos les quería de igual forma. El muchacho pensó que sería algo bueno tener un padre que se preocupara así por sus hijos, ya que él nunca había experimentado nada igual de su padre.
Sin más, Montebianco cortó la comunicación. André permaneció:
“Bueno señor Lahel, ahora que se ha resuelto este problema, ya tenemos el informe de todas las personas elegidas por los ‘12’- la imagen de cada uno, con alguno de sus datos a aparecían en pantalla- Teo y Romeo Montebianco, Angelina Martello, Aisha Camara, Ángel García, Nathan Smith, Esther Yosef, Finn O’Connor, Ishwari Naidu, Xeu Zheng, Niccole Lee, Cassandra Grimoard.”A algunos les conocía, otros eran completamente desconocidos, pero a pesar de sus miedos, sentía cierta curiosidad por conocerles.
“Bien señor Lahel- finalizó André- ya no le molesto más, ahí en los archivos de la computadora quedarán los archivos de estas personas por si necesita saber algo más de ellos, por el momento adiós” su conexión terminó, sin dejarle decir adiós.
“Esto cada vez se pone peor, en qué momento me metí en todo esto…” pensaba.
Prefirió, entonces irse a dormir, sentía que la cabeza le daba vueltas, no solo por la cantidad de cosas que habían pasado, sino también porque él solo pensar en el hecho de enfrentarse a cosas que no entendía del todo y para las que no tenía ninguna preparación, a pesar de que Lucio estaba vivo, le hacían sentirse como un condenado a muerte. Había pasado justo lo que no quería, tener responsabilidades dentro de la Familia, apagó la luz, y se tiró literalmente sobre la cama. Por alguna razón, unos instantes luego que su cuerpo sintiera la suavidad de la sábana, cerró los ojos y quedó dormido.
La luz del día siguiente entró con toda su intensidad en el cuarto, ni siquiera había recordado cerrar las cortinas. Antes de que abriera los ojos puso su mano enfrente, sentía que la luz le golpeaba en el rostro.
Junto a la mesa de noche, al lado de su cama, el reloj le decía que eran casi las 8:30. ‘Es un poco tarde ya’- pensó, siempre se levantaba muy temprano, por que el dormir le parecía algo inútil, pero necesario para no estar todo el día como muerto. Se levantó y camino hasta la puerta.
Su cama hecha un desastre, recordaba haberse despertado un par de veces en la noche, pero no sabía si eran sueños extraños, de por sí ya tenía mucha historia soñando estupideces.
Un recuerdo le vino a la mente, así que se devolvió de la puerta a hacia una parte del armario donde había guardado el arma que Lucio le había regalado, hace ‘siglos’ que no la veía. La desenvainó sentado en su cama, de alguna forma extrañaba las clases con Suzu. Como nadie el veía se puso a blandirla en algunas formas que la joven le enseñara, se sentía bien.
Guardó el arma y escogió alguna ropa para el día.
Fue a bañarse, sus hermanos ya estaban desde buena mañana pegados al televisor con algún juego de video. Se duchó rápidamente, vistió y bajo por el ascensor, como una sombra, sin decir ni hacer nada más.
Fue directamente a la cocina, donde su madre estaba terminando de limpiar todo lo del desayuno de sus hermanos. Su padre es escuchaba en el patio lavando el carro, para variar, siempre dedicaba su tiempo a otras cosa que no fueran la familia, o eso pensaba el muchacho.
SU madre le preguntó si iba a desayunar, a lo que asintió. “De paso-dijo su madre- tenemos visitas entonces necesito que le preguntés si va a desayunar también”
‘¿Qué?’-pensó con total extrañeza. Le indicó que la visita estaba en la sala, a pesar de que el al pasar no vio a nadie, fue a ver y para su total y hasta chocante sorpresa era Suzu.
“¡¿S, S, Suzu?!”
La joven, sentada en uno de los sillones respondió: “Si… al menos podría decir hola”
“P, perdón, pero es que no te esperaba encontrar a vos”
“¿A quién entonces?” replicó con un tono que denotaba cierto enojo.
“No sé- el muchacho se puso la mano en el rostro- mi madre pregunta si vas a comer algo”
“Creo que sí, dígale que gracias por su hospitalidad”
Lahel fue y le dijo a su madre, le ayudó a preparar y servir la mesa de la sala, mientras pensaba cómo era posible que hubiese venido, eso sólo podría significar más problemas.
Ya con todo listo, su madre le pidió amablemente a Suzu que se sentara junto con Lahel a comer, a lo cual la joven respondió con su dulzura anormalmente típica para con otras personas.
Ambos jóvenes se sentaron mientras su madre se excusaba para terminar sus labores.
Lahel tenía la mirada baja, y un poco temeroso dijo:
“Yo sé que suena muy cruel, pero… ¿qué hacés aquí?”
El muchacho no se esperaba tal respuesta de alguien como Suzu, pero esta dijo: “…Desayunando”, le pareció como una respuesta de un niño.
“¡Si yo sé!-dijo un poco molesto- pero además de eso ¿a qué viniste?...”
Suzu era de las personas que contestaban muy tranquila y cortantemente: “Don Lucio me mandó de regreso, quiere que me encargue de usted como al principio”
Otra vez el joven estaba estupefacto, primero Suzu, y ahora algo de Lucio…

(CONTINUARÁ)

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